Los orígenes de la Escuela

Aunque es imposible saber el año exacto en el que fue fundado Hogwarts, se sabe que la escuela abrió sus puertas hace casi mil años. En aquel tiempo, había cuatro grandes magos que eran muy famosos en el mundo de la magia; sus nombres eran Godric Gryffindor, Salazar Slytherin, Rowena Ravenclaw y Helga Hufflepuff. Juntos decidieron fundar una escuela donde los jóvenes magos pudieran aprender las bases de la magia. Naturalmente la escuela debía ser construida lejos de la vista de los muggles, puesto que ser mago en aquel tiempo era sinónimo de desventura y poseer dotes mágicas a menudo conducía derecho a la hoguera. Así estaban las cosas en los tiempos de la fundación de Hogwarts.

Durante cierto tiempo, los cuatro magos trabajaron en armonía, enseñando a sus alumnos el dominio de las artes mágicas. Habían dividido la escuela en cuatro casas, cada cual con uno de sus nombres, y los alumnos se distribuían según sus dotes personales y sus aptitudes naturales.

Pero un día empezaron las desavenencias entre los magos, sobre todo entre Gryffindor y Slytherin, justamente a porpósito del criterio de distribución de los alumnos. Slytherin se negó a aceptar en la escuela a aquellos que no tuvieran exclusivamente sangre de mago. A causa de los duros enfrentamientos, Slytherin acabó por abandonar el colegio.